Los productos inteligentes se han convertido en una especie de tendencia del tercer milenio: los productores nos ofrecen teléfonos, billeteras, máquinas, prendas inteligentes e incluso sosténes inteligentes. Y por eso el producto de empaque inteligente ("plástico inteligente"), seguramente no les impresionará mucho a los consumidores modernos.
El polietileno inteligente que puede cambiar de color, indicando de esa manera al consumidor que el producto se ha echado a perder, fue desarrollado por los científicos escoceses de la Universidad de Strathclyde en Glasgow (Reino Unido), dirigido por el profesor Andrew Mills. Ellos piensan que fabricar el embalaje inteligente resultará ser mucho más barato que indicar en él el plazo de caducidad del producto. Por otra parte, los envases inteligentes nuevos son mucho más convenientes para los cosumidores, porque con seguridad no se podrán confundir las fechas de fabricación con las fechas de caducidad. El producto no fresco o en mal estado se podrá notar de inmediato.
Este nuevo sistema de empaquetado es parte de la modalidad de empaquetado denominado "envasado en atmósfera modificada", que mantienen los productos en condiciones que prolongan su vida útil. "Este sistema se utiliza cada vez con más asiduidad para detener el crecimiento de los organismos que dañan los alimentos", explicó el profesor Mills.
Los investigadores de Glasgow estan seguros de que con la ayuda del empaquetado inteligente, la seguridad
alimentaria aumentará, y que los derroches disminuirán. Todos los gastos relacionados con el deshecho de los productos, se estiman que son sumas considerables. Sólo en el Reino Unido, anualmente se pierden 8,3 millones de toneladas de alimentos sin consumir, con los plazos de consumo caducados, que por error se consideran echados a perder. Asimismo, en el mismo Reino Unido, anualmente se exponen a intoxicaciones más de un millón de personas, incluso con casos mortales.Según el profesor Mills, el envasado inteligente tendrá un efecto positivo en la industria de la carne y en los productos de pesca. "Reduce el riesgo de consumir alimentos cuya vida útil ha caducado, y al mismo tiempo evita el desperdicio de alimentos aptos para el consumo humano", - agregó el profesor Mills.
Los indicadores del empaquetado inteligente podrían resolver la posible confución de los diferentes significados, como: "consumir preferentemente antes de" y "el plazo de venta hasta". Asimismo podrían indicar la necesidad de que los alimentos que se almecenen en los refrigeradores estén debidamente sellados.
El proyecto de los científicos escoceses en cuyo desarrollo se gastaron 325 mil libras esterlinas que recibieron del programa: Scottish Enterprise proof of concept programme (Prueba de concepto), sin duda debe de llamar la atención a las empresas de la industria de alimentos del Reino Unido y de otros países del mundo.
* * *Publicado por Mauritz.
Fuentes: Strath.ac.uk ; news.scotsman.com
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