La hormona oxitocina, que según investigaciones anteriormente efectuadas - según la publicación de la revista Science -, responde por el sentimiento de la confianza y el amor, tiene "una parte oscura" capaz de reforzar las sensaciones de desconfianza y hostilidad en los humanos, según pruebas presentadas el 28 de enero en la reunión anual de la Sociedad de Personalidad y Psicología Social, en San Antonio, EEUU.
De acuerdo con el artículo publicado en la edición Science News, la hormona oxitocina, relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal de las personas, puede cambiar o amplificar en el cerebro los sentimientos o propensiones sociales que una persona ya posee, en forma positiva o negativa, según los últimos estudios de esta sustancia.
La psicológa Jennifer Bartz de la Escuela de Medicina Monte Sinaí de Nueva York, afirmó que la hormona oxitocina es capaz de hacer a las personas sospechosas aún más sospechosas y hostiles con relación a otras.
Así lo demostró un estudio realizado con un grupo de 14 personas que sufrían del llamado trastorno límite de la personalidad, que se manifiesta por un alto nivel de inquietud, desconfianza y relaciones interpersonales caóticas y en el que también participaron 13 voluntarios sin tratornos mentales, destacó Bartz.
Los miembros de cada grupo tenían que jugar un vídeo juego, en que cada participante podía apostar por otro por su disposición de participar en el juego. En cada una de tres rondas, si la apuesta de confianza se
justificaba, el jugador recibía 6 dólares. No obstante, cada jugador podía también decir de golpe que él desconfía de su socio y recibir 4 dólares.
justificaba, el jugador recibía 6 dólares. No obstante, cada jugador podía también decir de golpe que él desconfía de su socio y recibir 4 dólares.
Despues de recibir dosis de oxitocina, las personas que sufrían de trastorno límite de la personalidad, abandonaban más a menudo el juego, tras declarar desconfianza en su socio. Lo mismo que los que no recibían oxitocina, eran más confiados.Mientras que los que no recibíeron oxitoxina, eran más confiados.
En el grupo de control de los voluntarios sanos la administración de оxitocina reforzaba, al contrario, el nivel de la confianza.
Anteriormente, los científicos también demostraron que la oxitocina podía provocar sentimientos de agresión, cuando algún peligro amenazaba la colectividad de las personas vinculadas emocionalmente.
(fuente: RIA Novosti)
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