Científicos crean bacterias que no permiten que la persona aumente de peso.
La adición en la comida de los ratones experimentales, de una versión genéticamente modificada del bacilo intestinal E. Coli, que normalmente habita en el tracto gastrointestinal de un ser humano o animal, ayudó a los investigadores librar a los roedores del exceso de peso. Resulta que esto es posible y sin la intervención quirúrgica.
Según Popsci, los microorganismos fueron utilizados con el fin de sintetizar una sustancia denominada NAPE (N-acylphosphatidylethanolamine), que el organismo lo transforma en la hormona producida en el proceso de la digestión. Esta hormona después ingresa, a través de la sangre, en el cerebro y reduce el apetito. La idea es que la bacteria obliga a los ratones a 'pensar' que comen más de lo que realmente deben.
En el estudio publicado en la revista científica The Journal of Clinical Investigation, a los roedores, se les añadieron bacterias en el agua potable, y los roedores del grupo de control se les alimentaron con comidas