jueves, 17 de noviembre de 2011

Los 5 lamentos más comunes de las personas moribundas

Bronni Vee, trabajó durante muchos años en un hospicio. Su obligación era aliviar el estado de los pacientes moribundos. De sus observaciones, ella elaboró una especie de calificación de los lamentos principales de las personas en las postrimerias cercanas a la muerte. 
Ella estuvo al lado de ellos, desde las tres hasta las doce semanas últimas de sus vidas, es decir hasta el último suspiro. A las preguntas, acerca de lo que se lamentan o sobre lo que quisieran rehacer de otra manera sus vidas, algunas de las respuestas se repitieron más a menudo. He aquí, los 5 lamentos más comunes de las personas moribundas, con los comentarios de Bronni Vee:
1. Lamento que no tuve el coraje para vivir la vida correctamente para mi mísmo, y no la vida que esperaban de mí los demás.   
Este es el lamento más común de las personas. Cuando las personas reconocen que sus vidas casi han terminado, ellas pueden mirar hacia atrás y ver fácilmente los sueños que no se realizaron. Esto se debe a que la mayoría de las personas casi no intentaron llevar a cabo ni siquiera la mitad de sus sueños y que deberían de morir, sabiendo que esto ocurrió sólo a consecuencia de sus elecciones que hicieron o nó. Es muy importante tratar de realizar al menos algunos de los deseos principales en el trayecto de la vida.  Desde el momento en que uno pierde la salud, ya es muy tarde para emprender a
hacer algo. La salud es sinónimo de libertad, lo que muy pocas personas lo entienden como debe de ser mientas no se enferman.
2. Lamento de haber trabajado demasiado.
Este sentimiento lo expresaba cada paciente de sexo masculino, a los que yo cuidaba. Ellos anhelaban por su juventud y sus relaciones. Algunas mujeres también expresaron este tipo de lamento. Pero como la mayoría de ellos eran de mayoría de edad, éstos, básicamente no se dedicaban a obtener recursos para sostener la familia. Todos los hombres, con los que yo trabajé, lamentaron profundamente en perder la mayor parte de sus vidas en realizar trabajos monótonos para sobrevivir. Al simplificar el estilo de vida, se puede reducir la necesidad de obtener los ingresos que la persona piensa que necesita. Al ampliar el espacio vital, la persona se vuelve más feliz y más abierta para nuevas posibilidades.
3. Lamento que no tuve el coraje de expresar mis sentimientos.
Muchas personas reprimieron sus sentimientos a fin de preservar ciertas relaciones con los demás. Como resultado, aceptaron vivir la vida mediocre, y nunca llegaron así a ser como en sí querían ser de verdad.  La aparición de muchas enfermedades se asociaban con sentimientos de amargura y resentimiento. Nosotros no podemos controlar las reacciones de los demás. Aunque en un principio, las personas pueden reaccionar a los cambios, que se introduzcan en sus relaciones, indiseables, que al final es lo que eleva la relación hacia un nuevo nivel y más saludable. Por eso, lo mejor es, de una u otra forma,  evitar las relaciones no saludables en el trayecto de la vida. 
4. Lamento que no haya mantenido contacto con mis amigos.
A menudo estas personas realmente no se daban cuenta de todos los beneficios de mantener contactos con sus viejos amigos, hasta que, antes de morir, les quedabansolo  algunas semanas, y, además, porque no siempre existía la posibilidad de buscarlos. Muchos se encontraban tan inmersos en sus propias vidas, que permitieron que sus amistades pasen inadvertidos por ellos durante muchos años. Muchos se lamentaron profundamente porque a sus amistades no les prestaron la debida atención yel  esfuerzo que la amistad verdadera se merece. Al morir, todos extrañan a sus amigos. Cualquier persona, que lleva un estido de vida activa, tiende a subestimar la importancia de las relaciones amistosas. Pero cuando te encuentras en el borde de la muerte, el lado material de la vida pierde su valor. Por su puesto, es obvio que la gente desee que sus asuntos financieros se encuentren en orden. Pero, a las finales, ni el dinero ni el status mantienen su importancia. Ellos desean hacer algún beneficio a todos aquellos que aman. Pero, por lo general,  ellos yá se encuentran demasiado enfermos y cansados, para hacer frente, de alguna manera, a este problema.
5. Lamento de no haber sido más feliz.
Este tipo de arrepentimiento fue, con sorpresa, el más común. Muchos, hasta el último, no entendían que sus felicidades - era cuestión de elegir. Estaban sujetos a las costumbres y a las ideas establecidas. Se encontraban en el cautiverio del estilo de vida del "confort".  Debido al temor a los cambios, ellos fingían, ante sí mísmos y los demás, de ser felices en sus vidas.  
Cuando estas en tu lecho de la muerte, lo que otros piensan de tí, pierde su significado. La vida - es una opción que se elíge. Esta es la Vida!. Por eso Ud. debe de elegir conscientemente, sabiamente y honestamente. Por eso, Elija la Felicidad!.
*** Para concluir, acaba de nacer la red social Epilogable (su fundadora: Pili Pasquín) para compartir la última voluntad del usuario a través deInternet. Esta plataforma virtual permite que el usuario gestione por sí mismo su tedtimonio personal y últimas voluntades antes de partir hacia el más allá...!
(fuente: revista ESQUIRE, Urbanipazzi.ru)          

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