Hoy en día se puede decir que han ninguna persona que no haya oído hablar de la abducción (secuestro) por seres extraterrestres. A los secuestrados, sin embargo, se les llaman de formas diferentes: extraterrestres, alienígenas, extraterrícolas. Los ufólogos sostienen que estas criaturas viven en otros planetas o en la Tierra, pero que la esencia del problema por esto no cambia. A todos igualmente les interesa: ¿cómo y por qué se inicia el contacto, de qué o de quién depende...!
El jefe del grupo del Volga de estudio de los fenómenos paranormales y autor de varios libros sobre lo desconocido, G.S.Belimov, ya reunió una buena colección de estos casos. Entre los secuestrados pueden encontrarse: un simple campesino, una ama de casa, un jubilado, un militar retirado, pero muy rara vez (casi nunca) – un prominente científico, político o estadista. Se crea la impresión de que justamente las personas, de las que algo puede depender en este mundo, no les interesan a los extraterrestres.
A toda la diversidad de contactos para ellos es característico algo de común: casi nunca el contacto no se inicia por "encargo" de alguien. Es decir que no es posible programarlo, "solicitarlo", predecirlo, o
provocarlo premeditadamente. Esto, sin embargo, rara vez sucede, pero, más bien, como una respuesta a la pregunta expresada mentalmente a los extraterrestres: ¿Ustedes existen o todo esto es una invención? A la persona le dejan persuadirse: no, esto es realidad. Sin embargo, este contacto "único" (osea de una sola vez) puede no tener ninguna continuidad.
La segunda particularidad característica del comienzo de los contactos: es la variedad inconcebible de manifestaciones de "realidad trascendental". Ninguna de nuestras fantasías no es suficiente para inventar cosas tan increíbles. Otros mundos pueden revelar sus presencias en las formas más extrañas: en forma de bolas luminosas, o de una pantalla parecida a la de televisión flotando en el aire, o de algún reptil verde que atemoriza, e incluso de algo aún más complicado. Y pueden también aparecerse en forma de una persona común.
Al pintor Alexander Kremnev, la percepción del primer contacto fue bastante exótica: "... Veo, que por la ventana entra volando una cosa parecida a unas mancuernas, semitransparente, como la nube. De tres metros de longitud, de un diámetro algo más de medio metro, y estrecho en el medio. Pasó a través del cristal de la ventana, y quedó suspendido sobre mí. Cerré los ojos, pero de todos modos la veo, como si no tuviese párpados... Tan pronto entró volando a la habitación, en mí conciencia brilló el pensamiento: "Esta es mi salud "...Desde el "cigarro ", de un lado, se estiró algo como una trompa, que se pegó en mi pecho cerca del corazón. Y empezó el... ¡bombeo!. No me di cuenta, cuando desapareció aquella cosa. Me desperté en la mañana, pero en la misma posición... Desde ese entonces nunca me enfermo y no me preocupo por la salud".
No obstante, la salud - no es el único don adquirido en ese entonces por Kremnev. En "la pantalla" de su visión interior empezaron a aparecer desde ese entonces cuadros de belleza admirable, que sorprendían no sólo por la riqueza y las pinturas increíblemente hermosas, sino también por su sentido profundo filosófico. Sólo quedaba "trasladar" lo visto en el lienzo. Alexander ha creado centenares de tales lienzos "sugeridos", y la exposición de estas obras extraordinarias suscitan siempre el interés de los espectadores.
A Nikolai Fiódorovich, de 66 años de edad, le visitó una vez una rubia garbosa de cabellos largos de 25-30 años. Como posteriormente resultó, Gerda, la de ojos grises, no en vano en seguida le gustó: la desconocida, por ejemplo, le enseñó cómo deshacerse de los dolores que le atormentaban mucho desde hace tiempo. Por esta Gerda, el pensionista honesto Pahomov, el padre de una familia grande y el abuelo de nietos numerosos, se vio envuelto en este juego extraño. Sus contactos con la civilización desconocida, cuya base, según Gerda, se encuentra en Sirius, con el tiempo llegaron a ser bastante interesantes, informativos, que no tardaron en aprovecharse los investigadores. Ellos le dejaban a Pahomov hojas enteras de material impreso, y por la mañana siempre encontraban en estas hojas las respuestas completamente sensatas escritas por la mano de Nikolai Fiódorovich. Es característico que él mismo no recordaba, cómo y cuando escribía todas estas respuestas. Pero dos cosas no dejaban ninguna duda: en primer lugar, la escritura a mano le pertenecía a él y a ningún otro, y en segundo lugar, el nivel de educación de Pahomov (4 grados escolares) que claramente no correspondía a aquella ignorancia profunda, que se descubrió en las respuestas escritas por él.
Con el volgogradense (Rusia) V.V. Krasnov, los extraterrestres se pusieron en contacto bajo circunstancias completamente prosaicas: en la zona forestal regular cerca del poblado de Erzovka. Cansado de un largo viaje conduciendo un automóvil, Valery Vasilievich se acomodó allí tranquilamente a descansar y comer, pero de repente sintió que por la espalda sencillamente le pasaron escalofríos, es decir que surgió la impresión inexplicable de alarma y de miedo. Uno o dos veces sintió como una puñalada en el corazón. Krasnov empezó a inquietarse, pero aquí alguien invisible e inaudible como si mentalmente le transmitió las palabras: "No, esto no es tú corazón, ahora todo pasará... No te causaremos daño, sólo te haremos algunas preguntas y responderemos a las tuyas, si las hubieran". Alrededor, sin embargo, no habia nadie, y Krasnov intentó irse lo más pronto posible, pero, no alcanzó, las llaves del encendido de un momento a otro se elevaron en el aire y, describiendo una espiral, se desapareció sin dejar huella alguna!
¡Y fue aquí que se revelaron dos siluetas: masculina y femenina! No aparecieron, sino se "revelaron", como esto ocurre en el papel de fotografía al revelar la película fotográfica. Ambas eran de 20-25 años. Entre ellos y Krasnov tuvo lugar una especie de conversación telepática.
Como se han podido constatar con estos ejemplos, el inicio de los contactos es muy diverso, pero aquí se debe de decir ya sobre la tercera característica común. El contacto es imposible no sólo "encargar", sino también (en la mayoría de los casos) prevenir....!
-------Publicado por Mauritz.
(ref.: Esoreiter.ru; Internet)
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