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¿De qué manera el óvulo y el espermatozoide se reconocen entre sí? ¿Gracias a que mecanismo el óvulo, al aceptar un sólo espermatozoide, inmediatamente se "cierra" para los demás? Para estas interrogantes hasta ahora sin resolver, finalmente se han conseguido las respuestas: gracias a las proteínas Juno e Izumo.
Como se sabe la fecundación ocurre cuando el óvulo y el espermatozoide se encuentran y se unen para formar un embrión. Pero de que modo exactamente se realiza el proceso del "enamoramiento" entre ellos: hasta ahora era un misterio.
Anteriormente la revista Science publicó un estudio que dió algunas pistas para entender este fenómeno.
Ahora los investigadores consiguieron identificar una proteína en la superficie (capa externa) del óvulo, que interactúa con otra proteína de la superficie del espermatozoide, con el cual ambas células se unen.
A la proteína del óvulo le han bautizado con el nombre de la diosa romana de la fertilidad y el matrimonio:
Juno, y a la la proteína del varón le denominaron Izumo, en honor al santuario sintoísta – el lugar favorito donde se realizan ceremonias nupciales.
Ambas proteínas, como resultó, juegan el papel esencial en la reproducción de los mamíferos, incluyendo los seres humanos. La comprensión de sus roles puede ayudar en el desarrollo ulterior de los métodos de tratamiento de la infertilidad, así como en el desarrollo de nuevos tipos de anticonceptivos.
"Investigando la interacción de los procesos entre las proteínas Juno e Izumo, ahora sabemos exactamente lo que debe suceder entre las proteínas-receptoras de la superficie del óvulo y del espermatozoide en el momento de la fecundación". (Gavin Wright, Instituto Welcome Trust Sanger de Reino Unido).
Actualmente, los científicos están investigando los óvulos de las mujeres infértiles, tratando de determinar si tienen defectos los receptores de Juno. Ya que hasta hoy, aproximadamente el 20% de casos de infertilidad no han podido ser explicadas por la medicina moderna.
La proteína Izumo fue descubierta por científicos japoneses aún en 2005, no obstante, a su socia del óvulo femenino hasta ahora no se logró encontrar. Los investigadores del Instituto Sanger han creado una versión artificial de Izumo y experimentalmente han establecido exactamente con cuál proteína del óvulo interactúa.
Los científicos notaron también que apenas se inicia el proceso de la fecundación, Juno desaparece inmediatamente de la superficie del óvulo, como sí se "cerrara con candado" de otros espermatozoides.
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Publicado por Mauritz.
(ref.: Reuters.com; Naked-science.ru)
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